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Revoluciones triunfantes realizadas por colectivos proletarios que teóricamente no
tenían ninguna posibilidad de éxito.
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Revoluciones fracasadas de colectivos proletarios que lo tenían todo a su favor.
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C
olectivos proletarios que no profundizaron en los logros revolucionarios, per
m
itien
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do el estancamiento primero, y el retroceso después, de las posiciones alcanzadas.
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C
olectivos proletarios que no pudieron o no supieron i
m
pulsar el proceso transfor-
m
ador
,
ni por
m
edio de una revolución
,
ni tan siquiera por evolución de la sociedad.
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Colectivos proletarios que no quisieron asumir su papel protagonista en la lucha
emancipadora.
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E incluso, colectivos proletarios que aceptaron pasivamente, cuando no apoyaron
activamente, regímenes explotadores, fascistas, imperialistas...
A
ctual
m
ente nos encontra
m
os en una etapa en la que el proletariado
,
casi a escala
m
undial
,
es incapaz de emprender su liberación por falta de ilusión y de fe en el futuro. Nuestra
derrota, la derrota del Socialismo en este final del siglo XX, no fue una derrota militar.
Si hubo una derrota económica del bloque socialista con relación al mundo capitalista,
pero esta no fue una causa, sino una consecuencia, de otra derrota más importante, que
el proletariado experimento tanto en Oriente como en Occidente: la derrota ideológica.
El retroceso de nuestras posiciones en el mundo tuvo causas objetivas como el hecho de
que las economías socialistas que se experimentaron no fueron capaces de potenciar el
desarrollo de las fuerzas productivas en la competencia con la economía capitalista.
Pero en la raíz de este hándicap hay también una causa de orden subjetivo, como el
hecho de que no se fuera capaz de asegurar la preeminencia de una moral o una ética,
unos valores progresistas proletarios
,
para contraponer a los valores de la sociedad
burguesa y capitalista. Esa es la causa raíz de nuestro descalabro y del actual estanca-
m
iento. Y debemos ser capaces de examinar a fondo esta situación desfavorable.
Contribuimos a reforzar y eternizar la explotación de clase que la burguesía ejerce sobre
nosotros, en la medida en que asumimos los valores y los esquemas ideológicos de
nuestros dominadores,
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Cuando damos culto al éxito personal y a la competitividad con menoscabo de la
relación solidaria con los demás seres humanos.
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Cuando obramos según imperativos del individualismo en vez de preocuparnos
del interés general de la humanidad.
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Cuando aspiramos a conseguir para la propia familia ventajas que no son de
disfrute común.
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Cuando pretendemos incrementos retributivos per encima de la media general.
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Cuando ansiamos disfrutar un alto nivel de consumo en un mundo que no puede
proveer ese nivel de vida a toda la humanidad.
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Cuando nos instalamos en el confort de nuestra sociedad y nos desentendemos de
la ayuda solidaria a los habitantes de áreas geográficas desfavorecidas.
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Cuando contribuimos a fomentar el dominio cultural del sistema imperialista
resignándonos a estudiar el inglés, la lengua del imperio, en vez de promocionar el
establecimiento de un idioma universal y neutral.